Daenerys también tiene la regla

Aunque la veas subida a cuestas de un dragón, Daenerys también tiene la regla. También va al baño a cambiarse la compresa o el tampax, y también se esconde de las miradas de los Inmaculados escondiendo la compresa en la cinturilla del pantalón o pasándole un tampax a Missandei como si fuera droga. 

Pero hay una diferencia: ella tiene dragones y tú tienes endometriomas. Endometriomas que los médicos confunden con quistes foliculares, quistes simples… o directamente ni los confunden, porque no los ven. Dónde vive Daenerys es normal, porque ahí ecógrafos pocos, como mucho tenemos a Samwell Tarly que te cura una psoriagris chunga, pero lo que viene siendo tener idea de endometriosis, no tiene. Lo mismito que ocurre aquí vamos, porque por mucho ecógrafo que haya, la endometriosis se diagnostica igual de mal  aquí que en Poniente.

Llegas arrastrándote a urgencias con dolor agudo abdominal (con o sin la regla),  llorando y gritando que por favor alguien haga algo, y te dicen que tú no tienes nada, o como mucho una apenditicis, y eso si el médico que te atiende se cree tu dolor, porque si no: «A ti lo que te pasa es que eres hipocondríaca, te voy a dar un volante para psiquiatría porque estás fatal…de la cabeza»… ¿Pero que es esto de creerse el dolor de una paciente? ¿¡Estamos locos a qué!? Pero claro, no me extraña cuando algunos ginecólogos docentes lo primero que enseñan en ginecología es que las mujeres tendemos a amplificar el dolor y que las escalas de dolor (en las mujeres) no hay que tomarlas en serio. Y para muestra, un botón.

Al hilo de esto, yo estudio medicina y el otro dia un ginecólogo nos dijo en clase que «las escalas de dolor no hay que tomarlas en serio en las mujeres porque tendemos a amplificar el dolor» hablando de la endometriosis

— Babbitty ⚡ Rabbitty (@leonor_lgm) 13 de marzo de 2018

Aquí tenemos ecógrafos, aparatos y medios varios que podrían ayudar a diagnosticar una endometriosis mejor y más rápido que en Poniente, pero el problema no es que cada vez que vas al hospital se les vaya la luz y los pobres vayan a ciegas, el problema es que los médicos no tienen en cuenta el dolor de las mujeres, porque la mejor manera de diagnosticar una endometriosis es ESCUCHANDO A LA PACIENTE. Escuchando sus síntomas, creyendo su dolor y viendo si empeoran con la regla etc. etc. Escuchar y pensar: «Vaya  a ser que esta chica no esté fingiendo y realmente le duela, porque si esto lo está fingiendo la actuación es para los Goya y tirando por lo alto es hasta de Óscar, a ver si va a ser endometriosis y tenemos a la muchacha aquí sufriendo. Voy a hacerle algunas pruebas para confirmar o descartar». Pero no, directamente vamos al cajón de mujeres histéricas que vienen a urgencias a pasar la tarde, como si en urgencias te esperaran con un té y unas pastitas.

Yo que quieres que te diga, prefiero tener endometriosis y vivir en Poniente, porque al menos ahí hay dragones y Daenerys parte la pana, así cada vez que un médico me llamara hipocondríaca, soltaría un ¡Dracarys! que lo dejaba frito. Literalmente.

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